Esta semana ha sido el cumple de Marc, un amigo de clase de
nuestras chicas, uno más de la familia que hemos formado estos años. Y aunque
ha sido su décimo cumpleaños, Marc se resiste, el y tod@s, al poder del lado
oscuro pre-pubertino. Y es por eso que le hemos hecho esta tarta, porque su
mundo aun está lleno de dragones y guerreros. Y que dure. ¡ Que la fuerza te
acompañe por mucho tiempo, Marc ¡ Y que puedas volar a lomos de tu dragón
durante unos cuantos años más. Incluso cuando ya tengas una amiga especial a
quien subir a tu mascota. Mil besos, gaupetón.
La verdad es que el fondant siempre te sorprende. En este caso , nos entró pánico cuando pensamos que el dragón tenía que ser negro, como el de la película "Cómo entrenar a tu dragón". Marc y nuestras niñas son fans de Tuthless (Desdentado). Pero el fondant negro es lo peor que hay para modelar. Menos mal que supimos tratarlo y al final la tarta quedó lucida. No me digáis que el muñequito no está para comérselo.
Admirar (porque no se podia solo mirar, habia que admirarla!) esta obra de arte gastronomica fue sencillamente fascinante, emocionante... y lo fue en mayor medida, al ver los ojos de Marc cuando se vio delante de ella...
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