lunes, 25 de febrero de 2013

Vespa Lambretta Valencia ya tiene su tarta fondant


Esta tarta ha sido un trabajo especial por muchos motivos. Os cuento.

El primero, a nuestras amigas Noelia y Elvira les sorprendió gratamente la batería de preguntas a las que las sometimos cuando nos plantearon el reto. Sé que puede parecer un tercer grado, pero queremos que entiendan que la tarta, además de estar buenísima y agradar al estómago, debe alegrar y llegar al alma. Y eso solo se consigue si conocemos el "alma" del protagonista, Héctor en este caso.



El segundo motivo por el que ha sido especial esta tarta ha sido el propio Héctor. Uno ha de ser una persona especial para que su grupo de amigos decida darle esta sorpresa. Y sus amigos confirman que lo es.  Es socio del club Vespa Lambretta Valencia, con lo que se deduce su gran amor por estas maravillosas motos. De hecho, la amistad entre este grupo surgió el 20 de abril del 2012, en una concentración motera. Un antes y un después en su vida.  Es una persona entusiasta, vital, amante de las motos y muy sentimental y emotivo.

También ha sido especial por el motivo central de la tarta, la querida Vespa. Es la primera vez que hacemos algo así. Más que un modelado ha sido una obra de ingeniería, porque queramos o no, la gravedad y la resistencia de los materiales han sido elementos a tener en cuenta. Hay veces que estoy tentada a poner fotos del making of de las figuras, y de los accidentes con las figuras.

Bueno, la realidad es que la tarta ha gustado mucho a Héctor, y como mucha otra gente, ha decidido indultar al muñeco ( hecho a su imagen y semejanza) y uno de los carteles. Una gran persona, que hace feliz a mucha otra gente. Está claro que se merece esto y mucho más. Se le ve feliz en la foto, ¿verdad?



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