Nuestra pequeña obra de hoy es un homenaje al escritor de esta historia, Victor Hugo. Pero también es un homenaje a los amantes del canto, de la ópera, de la lírica. Es maravilloso encontrarse a gente tan joven como Gonzalo y Nize, y tan apasionados por este arte.
Y es esa pasión la que nos ha inspirado para hacer esta pequeña recreación de la obra, un escenario decorado con fondant y sus dos protagonistas. Menos las cortinas, todo dulce. Una escena triste, muy triste, pero a la vez esperanzadora, porque supone el triunfo de bien frente a la adversidad. Y el hecho de que rectificarse trae un bienestar y una paz al alma y el amor que se siente por el alrededor .
Gracias Gonzalo, por habernos contado tu historia. Esperamos haber estado a la altura.
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