martes, 24 de septiembre de 2013

Flores de fondant para mamá


Qué difícil me resulta escribir estas líneas, ya que es mi madre la que escribe por mí siempre: cuando se casa una amiga, también cuando tenía que hacer un cuento para el cole, y otras tantas veces. Ella es la que escribe en casa.                                                                                         Ahora no me puedo escapar con esta tarta de flores de fondant que le hemos preparado para su cumple.                                                                                                                                     Sabía que era un éxito seguro, pero lo que yo no imaginaba era que no nos la dejaría comer, y que la pasearía por todo el vecindario. Como ya intuía que podría pasar algo así, a la tarta le adjunté un envase para guardar las flores, y así que quedaran indultadas. Pudimos comernos algunas, otras se las quedaron las nietísimas, pero el resto... para casa. 
 Sin duda alguna, he triunfado. Podría decir que soy su mejor hija, pero no tendría mérito, porque soy su única hija. Pero el mérito ha estado en poder crear algo tan bonito y que le ha llegado al corazón. Y espero que a vosotros también.

¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!  ... y que cumplas muchos más.







miércoles, 18 de septiembre de 2013

Las hadas que cuidan de Amaia



Hay quien piensa que los niños tienen un ángel que les cuida a diario. Pero mi sobrina Amaia prefiere pensar que quien le cuida es un hada. Bueno, mejor dicho, tres. Así que, aunque nunca las ve, hemos intentado hacerle unas réplicas para que se haga una idea de lo bonitas que son. Junto con dos unicornios, que les cuidan esa maravillosa casita de fresa donde viven. 

Amaia piensa que soy la tía más maravillosa del planeta Tierra. Estoy encantada. Claro que, mirad qué caritas ...., así cualquiera triunfa.
















lunes, 16 de septiembre de 2013

Mi bebé cumple diez años




Este fin de semana ha sido el cumpleaños de mi bebé. Ha cumplido 10 años. Sí si, ese bebé tranquilo y dormilón, que nunca me ha dado una mala noche, y que tanto me ha enseñado desde el día que nació, ese bebé curioso que apenas gateaba y ya me había colmado de satisfacciones, se ha convertido en una niña maravillosa que me alegra la vida a diario.


Ese bebé actualmente es una aprendiz de saxofonista (ayer pasó toda la tarde ensayando el Crocodile Rock de Elton John), estudia quinto de primaria en el C.P. Mas de Tous, y dice que quiere ser científico, sin más detalles. He conseguido que se haga la cama a diario, que barra el suelo del cuarto de baño, tire la ropa sucia al biombo y cuelgue las toallas mojadas. Y a veces, cuando sabe que estoy muy próxima al enfado, me sorprende ordenando su habitación sin mandato previo.
Ese bebé está aprendiendo a cocinar, y le hace mucha ilusión prepararnos la comida a su padre y a mí, y servírnosla. Se está preparando para el próximo casting de Master Chef Junior. Y me ayuda muchas veces con la repostería.

Ese bebé es, sin duda alguna, lo mejor que me ha pasado en la vida. Y este año le he querido regalar esta tarta, que simboliza la familia y los animales, a los que tanto adora. Y como aun es un bebé, me he permitido usar estos colores tan bonitos y que combinan tan bien. Espero que os guste. A ella y a su pandilla del cole les encantó. Fue un día muy especial.

Y como ya sabeis, el fondant no se estropea. Así que siempre se le puede dar otra vida a los muñecos que se salvan de la fiesta. En realidad, solo se salvan los que rápidamente quitas de la tarta para tener un recuerdo, porque al menos a mis pequeños invitados les encanta. Me estoy acordando de Raquel y de Laura, que si me despisto casi se comen hasta la bandeja que estaba forrada de fondant. Mirad qué bonito se ha quedado el arreglo de este año. Va a decorar la habitación de la cumpleañera al menos todo un año, hasta que se canse.