Bueno, nuestra pequeña Raquel ha cumplido un año más. Y su madre, que siempre está en todo, ha sabido sorprenderla. No se ha atrevido a hacerle una tarta que fuera un muñeco de Furby, porque le daba miedo que no la quisiera partir. Nadie conoce a los hijos como sus propias madres, y Raquel es muy previsible. Así que ha optado por una versión más convincente para la niña: nos comemos la tarta y tu te quedas con los Furbys. Así que sabiendo los deseos de la madre, y conociendo el carácter de la princesita, hemos pensado en hacerle esta tarta que, a nuestro entender, refleja cómo debe ser el mundo de los Furbis. Esperamos que os guste.
Y aprovechando que habíamos horneado galletas, le hemos hecho un pequeño regalo a ella y a su hermano Marc: galletitas de Furby, para que las puedan saborear en casa una vez se acabe la fiesta, si aun les quedan ganitas. Y si no, para cuando les apetezca.
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