lunes, 15 de abril de 2013

Elly baila en la fiesta de Laia


Si un padre te dice que tiene sospechas fundadas de que su hija de dos años quiere más a Pocoyó que a él, hay que poner toda la carne en el asador, y hacer la tarta más bonita que ninguna niña pueda imaginar.

Esta vez pensamos que Elly necesitaba un protagonismo especial, y que podía animar la fiesta de cumpleaños de Laia con una espectacular actuación de baile clásico. Así que la vestimos con sus delicadas zapatillitas de ballet, le colocamus su tutú, y le hicimos un escenario a medida. Mientras tanto, sus amigos pusieron la música, decoraron el escenario, montaron una merienda y ... ¡a bailar!. Dicen los que estuvieron en el cumple de Laia que fue una fiesta increíble. Y que el beso que le dió a su padre fue lo mejorcito de la tarde.




Cuando tienes hijos, te das cuenta de la cantidad de cosas que nunca hubieras imaginado que eres capaz de hacer. Las cosas más estúpidas, las cosas más sentimentales, las más arriesgadas, las más divertidas. En resumen, las cosas que tu corazón te va dictando, sin que tu cabeza se entere. ¿Verdad, Sergio?

Y es que un hijo, no te cambia la vida, sino que te cambia la forma de vivirla. De repente, se redistribuyen las prioridades, se modifican los hábitos, se elimina lo superficial y se incorporan los sentimientos. Y ya se dice que "el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Por cierto, adjuntamos el reportaje fotográfico de la fiesta. Parece que se divirtieron mucho. ¡Qué envidia!, ¿verdad?. Por cierto, la tarta era de chocolate rellena de frambuesa, digna de los más atrevidos.







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