Isabel y su marido quieren sorprender a un primo, que está estudiando oposiciones para ingresar en el cuerpo de bomberos. El protagonista de esta historia ha acudido, inocentemente, al cumpleaños de la hija de Isabel. Y por supuesto, no sabe nada de lo que están tramando sus primos. Cualquier regalo puede resultar emocionante en ese contexto. Pero en este caso la sorpresa ha sido mayúscula. Espero que no decida indultarlo enterito. ¡ Viva el cuerpo del bombero ! ( ¿O era "de bomberos? )
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