He de decir, en honor a la verdad, que estas tartas son las que más nos gustan. Trabajar con fondant es divertido, pero a veces puede resultar frustrante cuando los resultados no son los esperados. Pero estas tartas siempre salen bien, el éxito está asegurado.
Primero, porque son para niños, en este caso, Laura, que cumple 7 años. ¡Qué mayor se ha hecho ya!. La carita de los niños cando ven estas tartas es especial, es brillante, es realmente una cara de sorpresa, de felicidad. Y con los ojazos que tiene Laura, espero que sus padres, Susi y Sanda, sean rápidos con la cámara.
En segundo lugar, porque nos permite imaginar, diseñar nosotras la escena. El tema era Pin y Pon, nada más. A partir de ahí, somos libres. Y eso es genial, porque enseguida intentamos transportarnos a la mente de la niña para adivinar qué le puede sorprender. En definitiva, volvemos a ser niñas.
Y en tercer lugar, porque el resultado siempre es una tarta colorida, sencilla pero completa, con esos pequeños detalles que caracterizan nuestras creaciones. Y como siempre, con esos muñequitos que seguro que en este caso Laura indultará para que decoren su habitación una buena temporada. Igual los pone junto a su otro muñeco de fondant. Porque ella ya fue protagonista en otra de nuestras tartas, la del cumple de su abuelo.
Bueno, si acaso le pediré a Laura que entre en nuestro blog y que escriba personalmente su opinión. Los niños nunca mienten, esperamos que le guste y sea sincera. ¡Feliz cumpleaños, Laura!
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