Los padres de Hugo están deseando que nazca. Es normal. Pero este niño no va a llegar de cualquier manera. No, no, en serio, va a ser distinto. Todos sabemos que las cigüeñas traen a los niños de París, envueltos en un pañuelito y colgando del pico. Y todos sabemos que las cigüeñas vuelan. Pero la cigüeña de Hugo, en honor a su padre, lo taerá en moto. A tiempo, y calentito, pero en moto.
A José Luis le apasionan los vehículos de dos ruedas: las motos y las bicicletas, y esta tarta de cumpleaños ha sido un homenaje a su afición, pero también a su trabajo ( es informático ). Pero sobre todo, ha querido ser un guiño a su hijo, que aunque aun no ha llegado, estamos seguras de que se convertirá en su mayor pasión. Seguro que no tarda en adaptar sus vehículos a este nuevo miembro de la família. Felicidades, futuro papá.
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